A continuación os mostramos una sencilla receta para hacer Tarta De Queso. En este caso no necesitamos horno como la receta tradicional, por lo que el resultado es una tarta con una textura diferente pero riquísima
Ingredientes:
- Galletas, 250 gramos
- Gelatina, 4 láminas
- Queso en crema, 350 gramos
- Mantequilla, 125 gramos
- Azúcar, 100 gramos
- Nata líquida, 500 mililitros
- Mermelada para decorar, del sabor que queramos
Preparación
Esta receta de tarta de queso fría es una receta que es más habitual encontrar en los últimos tiempos que la tarta de queso de toda la vida, la que se hace con horno. Cada una tiene una textura diferente, ya que mientras la tradicional es más como un bizcocho esponjoso y húmedo, esta tarta de queso fría es más cremosa y tiene una base más bien crujiente hecha a base de galletas. La verdad es que son dos formas muy ricas de prepararlas. Nosotros solemos preparar en casa las dos, pero la fría se prepara más en época veraniega. Vamos con la receta.
La preparación tiene dos fases, la primera en la que preparamos la base de la tarta, y la segunda en la que preparamos la parte superior de la misma. Antes de ponernos a hacerla, decirte que nosotros empleamos un molde de 22 centímetros desmoldable, que es más cómodo para luego desmoldar la tarta sin que se rompa. En cuanto al diámetro, es importante que si vas a usar uno diferente, lo tengas en cuenta para las cantidades de ingredientes. Empezamos haciendo la base, para lo que necesitamos triturar las galletas lo mejor posible. En nuestro caso utilizamos galletas tipo digestive, porque tienen una textura ideal para la base de la tarta, pero puedes emplear la que quieras o la que tengas en casa. Tritúralas lo mejor posible y échalas en un vaso para batidora. Añades la mantequilla, que tiene que estar a temperatura ambiente o un poco derretida para que mezcle bien. Usa las varillas de la batidora para que la mezcla sea homogénea. Deben quedar los ingredientes bien integrados formando una pasta que no se pegue en las paredes del vaso.Esa masa la vamos a verter en el molde, y la extendemos bien, cubriendo la base entera y con un grosor que sea de medio centímetro más o menos. Intenta que el grosor sea similar por todas partes, dentro de lo posible. Una vez hecho, metemos la base en la nevera para que se enfríe y cuaje bien. Con unos 10-15 minutos será suficiente.
Nos ponemos ahora con la cobertura de la base. Primero pon las láminas de gelatina en remojo, para que vayan hidratándose. Y a continuación coge una cacerola y echa en ella el queso crema, la nata y el azúcar, pon a fuego medio y remueve para que se vayan mezclando bien. Cuando la gelatina esté hidratada, añádela a la mezcla anterior y remueve hasta que se integre bien. No dejes que hierva, retírala del fuego cuando esté todo bien mezclado y deja reposar unos minutos. Sacamos de la nevera el molde con la base de la tarta, que habrá cuajado bien, y vertemos el contenido de la cacerola, y volvemos a meter en el frigorífico para que cuaje. Debe estar al menos unas 6-7 horas, con lo que la cobertura quedará perfecta. Cuando la saques, decórala con mermelada, la que prefieras, aunque las mejores para esta tarta son la de frambuesa o la de arándanos, que son las más tradicionales y aportan un contraste de sabor perfecto. Desmóldala con cuidado y ya la puedes servir. Esperamos que os guste la receta.
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